Calendario Gregoriano:

Las evidencias históricas más antiguas indican que el primer calendario solar fue creado en el Antiguo Egipto en el año 4236 a.C., lo que no tiene nada de extraño porque la necesidad de un año solar la sienten especialmente los agricultores, lo que en Egipto era muy necesario, año que, además, venía determinado por la crecida anual del Nilo.
Para construirlo utilizaron un circulo de 360º grados, que fue dividido en 12 partes de 30º grados cada una , acrecentaron 5 y con eso obtuvieron el equivalente a los 365 días, que es la duración de un año solar en nuestro planeta. En total dividieron con periodos de 28, 29, 30 y 31 y así fue hecho el calendario que usamos hoy, que esconde en su interior un ciclo completo de 28 días.
El calendario gregoriano es un calendario originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en la mayoría de los países. Así denominado por ser su promotor el Papa Gregorio XIII, vino a sustituir en 1582 al calendario juliano utilizado desde que Julio César lo instaurase en el año 45 a.C.
El problema del origen de nuestra Era quedó resuelto con la creación del Calendario Gregoriano: si en él se afirma que la Era Cristiana comenzó 1582 años antes de su creación y todos los países respetan esta idea se acabó toda discusión; y los temas de cuando nació Cristo o lo que estableció Dionisio el Exiguo dejan de tener importancia (al menos, desde el punto de vista de la medición del tiempo). La cuestión final era la adopción de dicho calendario y, como hemos visto, todos los países del mundo lo han venido adoptando a través del tiempo.


A pesar de haber sido originado hace mas de 5000 años, como vimos, es el mismo calendario utilizado por la mayoría de la humanidad desde aquella época, los innumerables cambios que sufrió no alteraron la esencia del concepto, que fue una división del espacio, a través de la utilización del circulo de 360º.